Ayer en el Centro Insular de Deportes se vivió una magnifica jornada de ocio deportivo. Como viene siendo prácticamente habitual desde hace diez años en la instalación deportiva cuando juega el CBGC. Casi dos horas de un intenso espectáculo de luz, color y sonido. Y fue el mejor colofón a una semana muy complicada para los que gestionan la entidad. En los últimos días la prensa local se ha hecho eco de tensiones en los responsables políticos del Cabildo y los miembros más activos del Consejo de Administración. Y de lo que se desprende de lo publicado, se deja entrever un cambio en el modelo de gestión de una entidad tan peculiar como el Club Baloncesto Gran Canaria. Es la única sociedad anomina deportiva que pertenece a una entidad publica y su formula de gestión se basa en un modelo “tutelar” por parte de los dueños sobre un equipo de gestión que lleva en el ejercicio de sus atribuciones más de veinte años. En estas dos décadas el club ha pasado de ser un club deportivo de un colegio de la capital grancanaria a convertirse en una entidad con amplio arraigo social, con unos magníficos resultados deportivos, un considerable incremento patrimonial y una correcta gestión económica. Pero es probable que el modelo haya caducado por mero agotamiento y probablemente aburrimiento de los gestores actuales.
En estos últimos veinte años la manera de relacionarse con la fuentes de crecimiento de la entidad, patrocinadores, instituciones y aficionados no se han renovado convenientemente y la estructura profesional carece de los medios técnicos y humanos que permitan gestionar el crecimiento de un club profesional como el amarillo.
Pero sería injusto no reconocer a los miembros del Consejo actual su labor en estos veinte años. Han sido horas intensa de trabajo, preocupaciones, incluso muchos sufrimientos de unos gestores no retribuidos al menos directamente, para darle a la isla más que un equipo deportivo; casi han sido responsables de darle a este pequeño territorio insular un nombre. Y me remito a la hemerotecas de la época para ver la escasa presencia de la “marca” Gran Canaria en los medios de comunicación hasta que el club paso a denominarse CB GRAN CANARIA. Y es probable que la seguramente necesaria salida de los administradores actuales deba orquestarse fuera de toda la tensión que se vive en estos días en la entidad porque el poco o mucho atractivo que la entidad tiene a día de hoy se debe en un porcentaje muy importante a los responsables actuales.
Más adelante será el momento de analizar una visión del club como plataforma de crecimiento para los que contribuyen en hacerlo posible.
Fdo. Eladio Bombín, Un profesional que se formo en la escuela del C.B. GRAN CANARIA.
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